El proceso de mejora continua es la ejecución constante de acciones que mejoran los procesos en una organización, minimizando al máximo el margen de error y de pérdidas.
La gestión de procesos es una actividad imprescindible en las empresas. En este sentido, tener modelos eficientes de gestión de recursos y actividades otorga una ventaja competitiva en el mercado. Lo anterior, permite entregar productos de manera más fluida, ofrecer servicios rápidos y contar con expeditos canales de comunicación.
En este sentido, el concepto de “mejora continua” viene por una parte a analizar estos procesos, cómo se desarrollan, qué impacto tienen y dónde se producen desviaciones, de modo de entregar un diagnóstico sobre el desempeño del modelo de gestión de procesos; y por otra, propone estrategias para mejorar esta gestión y corregir esas desviaciones.
Herramientas para el proceso de mejora continua
La gestión de procesos, la ingeniería industrial y las disciplinas de estudios asociadas a la optimización, han desarrollado algunas técnicas para reducir los márgenes de oportunidad y error y crear empresas de excelencia operacionalmente.
Aquí te presentamos algunas:
- Six sigma: El six sigma es un modelo de gestión de procesos que disminuye la variabilidad e incertidumbre, eliminando los elementos que generan error o fallas.
- BPM (Business Process Management): Otro modelo de aplicación para el proceso mejora continua en la gestión de procesos. Su traducción al español es casi literal; Administración de procesos de negocios, y lo que propone es pasar desde la gestión funcional, a una que encadene los procesos dentro de la cadena de valor.
Beneficios de contar con prácticas de mejora continua
Las prácticas del proceso de mejora continua, independiente a cuál se elija para aplicar en la organización, ofrece múltiples beneficios:
- Debido al sometimiento constante del testeo de los procesos, se genera una cultura organizacional de excelencia en la organización, basada en el aprovechamiento y buen uso del tiempo y los recursos.
- Cada vez los procesos van eliminando actividades que no aportan valor y que generan “grasa” en la cadena, desarrollando sistemas limpios y expeditos.
- Se automatizan y articulan procesos que antes funcionaban por separado.
La mejora continua evita el estancamiento operacional de las organizaciones, que mantienen por mucho tiempo sistemas de producción lentos y con un bajo nivel de control y fuentes de información.
Implementar la mejora continua no sólo hace que estos sistemas sean más rápidos, sino que también, sean de mejor calidad.
Es importante destacar el uso de la tecnología en los procesos de mejora continua. La adquisición de mejores softwares de gestión, la contratación de personas bien calificadas, la capacitación constante en estos nuevos sistemas y la actualización de nuevos enfoques de mejora continua son actividades que aportan a crear empresas que aprovechan mejor sus recursos y entregan servicios de excelencia.