La diferencia entre consumo y consumismo es que la segundo es el exceso del primero. Es decir, el consumismo es el consumo excesivo y, normalmente, innecesario.
El consumismo es una tendencia. Algunos economistas, lo consideran incluso un sistema económico. Es decir, de igual modo que existe el comunismo o el capitalismo, creen que el consumismo es una variante del capitalismo.
No obstante, si revisamos la literatura económica, podremos comprobar que consumismo y capitalismo no coinciden. Aunque sea utilizado habitualmente como sinónimo, es utilizado de forma errónea. El capitalismo defiende el ahorro, mientras que el consumismo propone un consumo excesivo de bienes.
Por su parte, el consumo es simplemente una acción. Esto es, mientras el consumismo se considera algo negativo e inmoderado, el consumo en sí mismo no. Por ejemplo, cuando compramos pan para comer, estamos consumiendo. Cuando compramos ropa, también estamos consumiendo. Luego, consumir no tiene necesariamente connotación negativa.
Necesidad, consumo y consumismo
En general, lo que consumimos responde en gran medida a necesidades. No quiere decir que compramos o consumimos solo aquello que necesitamos de forma estricta. Hay cosas que no necesitamos pero nos reportan satisfacción y por ello pagamos un precio. Sin embargo, cuando compramos de manera desmesurada e impulsiva cosas que no necesitamos y a los que no daremos uso, estamos cayendo en el consumismo.
¿Por qué existe el consumismo?
Vaya por delante que cada agente económico puede hacer lo que considere. Es decir, si desea comprar dos zapatillas aunque solo necesite unas, es su dinero y puede hacer lo que buenamente desee. Dicho lo cual, conviene repasar por qué existe el consumismo.
La principal causa es su rentabilidad. A cualquier empresa le interesa que consumas, ya que cuando consumes sus productos le generas beneficio. De ahí que algunas marcas saquen a la venta nuevos modelos cada año, incluso aunque los cambios en el modelo sean pequeños. Es un modelo de negocio rentable. Claro que también entraña sus riesgos. Para ello, muchas empresas utilizan la publicidad de manera persuasiva alentando a los consumidores a comprar más y más de forma continuada.