A la hora de medir la tasa de inflación de una economía, los dos métodos más utilizados son el deflactor del PIB y el Índice de Precios de Consumo (IPC).
La inflación es el aumento generalizado del nivel de precios de una economía, medida como la variación porcentual de los de dichos precios. Aunque el IPC y el deflactor del PIB suelan mostrar resultados similares, existen diferencias importantes entre ambos indicadores que pueden resultar en medidas dispares. En primer lugar, reflejan un conjunto diferente de productos y servicios, y en segundo lugar, ponderan los precios de distinta forma.
Índice de Precios de Consumo
El Índice de Precios de Consumo (IPC) es un indicador que mide la variación media de los precios de los bienes y servicios durante un período de tiempo determinado en una economía. Su objetivo es medir el coste de la vida y mostrar los efectos de la inflación en los consumidores individuales.
El calculo de la inflación mediante el IPC sigue un proceso de cuatro pasos:
1) Fijación de la cesta de la compra:
La cesta de la compra del IPC representa los bienes y servicios que se compran para el consumo de una población específica. Por ejemplo, en España esta cesta incluye más de 479 artículos que se dividen en doce grupos principales: Alimentación y bebidas no alcohólicas, transporte, vivienda, HORECA (hoteles, restaurantes y café), ocio y cultura, vestido y calzado, menaje, medicinas, comunicaciones, bebidas alcohólicas y tabaco, y enseñanza. Finalmente, existe un epígrafe denominado ‘otros’ que incluye aquellos productos no contenidos en los grupos anteriores.
2) Cálculo del coste de la cesta:
Una vez fijada la cesta, el siguiente paso en el cálculo del IPC es encontrar los precios actuales y anteriores de todos los bienes y servicios. Los precios se recogen de una amplia gama de fuentes, tales como minoristas, supermercados, grandes almacenes y sitios web donde los hogares compran. Otra serie de precios también se recogen de las autoridades gubernamentales, proveedores de energía y agentes inmobiliarios.
3) Computo del índice:
El IPC es un numero índice, por lo que a continuación necesitamos definir un año base. El año base sirve como punto de referencia para comparar unos años y otros. El índice se calcula entonces dividiendo el precio de la cesta de bienes y servicios en un determinado año entre el precio de la misma cesta en el año base. Esta relación se multiplica por 100, lo que da como resultado el IPC. El año base el IPC siempre asciende a 100.
4) Cálculo final de la inflación:
Por último, una vez tenemos el IPC, ya podemos calcular la tasa de inflación. Concretamente, la tasa de inflación es la variación porcentual del índice de un período respecto al anterior. Para calcularla, podemos utilizar la siguiente fórmula:
Tasa de inflación=[(IPC año 1-IPC año 0)/IPC año 0]*100%
Deflactor del PIB
El deflactor del PIB es una medida del nivel de precios de todos los bienes y servicios finales producidos internamente en una economía. Puede calcularse como la relación entre el PIB nominal y el PIB real multiplicada por 100. Esta fórmula muestra los cambios en el PIB nominal que no pueden atribuirse a los cambios en el PIB real.
Deflactor del PIB = ([PIB nominal/PIB real]*100)
En otras palabras, el deflactor del PIB mide la relación entre el PIB nominal (producción total medida a precios corrientes) y el PIB real (producción total medida a precios constantes del año base). Refleja por lo tanto el nivel actual de precios en relación con el nivel de precios del año base.
El cálculo de la inflación mediante el deflactor sigue un proceso de cuatro pasos:
1) Cálculo del PIB nominal:
El PIB nominal se define como el valor monetario de todos los bienes y servicios terminados de una economía valorados a precios corrientes. Así que esta parte es bastante fácil. Todo lo que tenemos que hacer es multiplicar la cantidad de todos los bienes y servicios producidos con sus respectivos precios y sumarlos.
2) Cálculo del PIB real:
En un segundo paso, calculamos el PIB real. A diferencia del PIB nominal, el PIB real muestra el valor monetario de todos los bienes y servicios terminados de una economía valorados a precios constantes. Esto significa que elegimos un año base y utilizamos los precios de ese año para calcular los valores de todos los bienes y servicios para todos los demás años también. Esto nos permite eliminar los efectos de la inflación.
3) Cálculo del deflactor:
Ahora que conocemos tanto el PIB nominal como el real, podemos calcular el deflactor del PIB. Para ello, dividimos el PIB nominal entre el PIB real y multiplicamos el resultado por 100. Esto nos da el cambio en el PIB nominal que no puede atribuirse a los cambios en el PIB real, es decir, el incremento del PIB que se debe al aumento de los precios y no de la cantidad de productos y servicios.
4) Cálculo final de la inflación:
El deflactor del año base siempre será 100, ya que el PIB nominal y el real coincidirán. Sin embargo, a partir del año base, el valor tenderá a cambiar. Para calcular la tasa de inflación simplemente calculamos la diferencia porcentual entre dos años.
Inflación=[(Deflactor año 1-Deflactor año 0)/Deflactor año 0]*100%
Diferencias entre el IPC y el Deflactor del PIB
Reflejan distintos conjuntos de productos y servicios
El deflactor del PIB mide el nivel de precios de todos los bienes y servicios que se producen en la economía (es decir, en el ámbito nacional). Por su parte, el Índice de Precios de Consumo mide el nivel de precios de los bienes y servicios que compran los consumidores dentro de la economía. Esto significa que el deflactor del PIB no incluye los cambios en el precio de los bienes importados, mientras que el IPC no tiene en cuenta las variaciones de los precios de los bienes y servicios exportados.
Por otro lado, el IPC solo representa una fracción de todos los bienes y servicios producidos a nivel nacional, ya que se centra exclusivamente en los bienes de consumo.
Por ejemplo, si aumenta el precio de un barco producido en España, el deflactor del PIB reflejará el cambio en la inflación del país, pero no lo hará el IPC, ya que los barcos no se consideran en la cesta de la compra determinada para su cálculo.
También puede suceder lo contrario si varía el precio de un ordenador producido en Asia y exportado a España. El deflactor del PIB español no lo tendría en cuenta, al haberse producido fuera del país, pero sí que lo haría el IPC, ya que forma parte de la cesta típica de compra de un consumidor Español.
Ponderan de forma distinta los precios de los productos y servicios
El IPC pondera los precios frente a una cesta fija de bienes y servicios, mientras que el deflactor del PIB considera todos los bienes y servicios que se producen en la actualidad. Como resultado, los bienes utilizados para calcular el deflactor del PIB cambian de forma dinámica, mientras que la cesta de la compra utilizada para el cálculo del IPC debe actualizarse periódicamente. Esto puede conducir a resultados dispares si los precios de los bienes representados en ambos indicadores no cambian proporcionalmente. En otras palabras, cuando los precios de algunos bienes aumentan o disminuyen más que los de otros, los dos indicadores pueden reaccionar de forma diferente.
Por ejemplo, España produce y consume gran cantidad de aceite de oliva, por lo que las variaciones de su precio se verán reflejadas tanto en el cálculo del IPC como en el del deflactor. Sin embargo, la producción es mayor que el consumo, ya que España también exporta el aceite a otros países, por lo que el peso que tendrá en el deflactor será superior al del IPC. Rara vez coincidirán exactamente los pesos de los productos en ambos indicadores, así pues, siembre se verán algunas diferencias.