La carga financiera es la suma de los distintos gastos financieros y la amortización del capital, referida a los préstamos formalizados y pendientes de reembolso. En otras palabras, la cuantía a la que tiene que hacer frente un individuo o personalidad jurídica para devolver el principal y los intereses de los prestamos.
La carga financiera, en otras palabras, es el porcentaje de los ingresos corrientes que debemos destinar al pago de los gastos financieros, ya sean de un individuo o una empresa. En este sentido, la cuota que impone un prestamista por hacer uso de su dinero. Además, esta cuota permite a dicho prestamista obtener un determinado rendimiento, previamente pactado antes de formalizar dicho préstamo, por prestar su dinero a personas ajenas.
Esta se compone de, además del coste que conlleva la devolución de la propia deuda, impuestos, comisiones, intereses, así como intereses devengados de reclamaciones por impago.
¿Cómo se genera la carga financiera?
Como decíamos, cualquier situación que genere un posterior endeudamiento es una carga financiera. En este sentido, hemos elaborado una relación de ejemplos de productos, así como servicios bancarios, que computan a nuestra carga financiera.
En este sentido, generan carga los siguientes instrumentos de deuda:
- Créditos al consumo.
- Crédito hipotecario.
- Tarjetas de crédito.
- Líneas de crédito.
- Créditos automotrices.
- Préstamos bancarios.
- Créditos con avales del estado (CAE).
Como hemos comentado al inicio, cualquier situación de endeudamiento es una carga para nuestra economía doméstica, así como para una empresa si se tratase de un préstamo para la misma. En este sentido, la relación mencionada en el artículo podría ampliarse con cualquier instrumento de deuda existente.
¿Cómo se calcula la carga financiera?
El cálculo de la carga financiera es muy importante. Muchas entidades de crédito utilizan este indicador para evaluar las operaciones de crédito con sus clientes. Dependiendo de la carga que tengamos, el banco adoptará una decisión u otra.
Por esta razón, para calcularla debemos hacer el siguiente proceso:
En primer lugar, debemos realizar un cómputo de la relación de deudas formalizadas que debemos afrontar. Como queremos saber la carga financiera en función de nuestra capacidad de pago, debemos sumar las deudas, en función de la cuota mensual que debemos afrontar.
Ejemplo:
Préstamo hipotecario/mes: 600$ dólares.
Tarjeta de crédito/mes: 1.200$ dólares.
Préstamo coche/mes: 200$ dólares.
Deuda total/mes: 2.000$ dólares.
Una vez tenemos calculado nuestro endeudamiento mensual, debemos calcular nuestros ingresos líquidos. Es decir, los ingresos que se producen de forma regular y podemos utilizar. En este sentido, dado que se trata de utilizarlos, debe calcularse tras descontar los impuestos.
Ejemplo:
Salario empresa/mes: 3.500$ dólares.
Ingreso renta vivienda heredada: 1.800$ dólares.
Ingreso líquido total después de impuestos/mes: 5.300$ dólares.
Una vez tenemos calculado el cómputo de ingresos que percibimos al mes, de forma regular, debemos proceder con el siguiente paso. Este es el paso final, por lo que debemos ser muy precisos. Para ello, debemos dividir el total del cómputo de deuda mensual que hemos obtenido en el primer paso, entre el cómputo total de ingresos que hemos calculado en el segundo paso.
De esta forma obtendremos un resultado que, al multiplicarlo por 100, nos dará el porcentaje de carga que poseemos.
Fórmula: Carga financiera = (Deuda total mensual / Ingreso total mensual) x 100
Ejemplo:
Deuda total/mes: 2.000$ dólares.
Ingreso líquido total después de impuestos/mes: 5.300$ dólares.
Carga financiera: (2.000 / 5.300) x 100 = 37,73%
Para el ejemplo propuesto, nuestra carga es del 37,73%.
¿Cómo se interpreta la carga financiera?
Cuando calculamos nuestra carga financiera como hemos realizado en nuestro ejemplo anterior, el dato que obtenemos es un dato relativo que poco nos dice de la situación. Sin embargo, para obtener más información debemos conocer la forma de interpretar este dato que obtenemos, con el intervalo de referencias que poseen las entidades bancarias para calcular si nuestra carga financiera es elevada o, por el contrario, es baja.
En este sentido, muchos bancos interpretan que un excesivo nivel de carga financiera es todo aquel que supere el 50%. No obstante, esto depende mucho de la entidad que deba estudiar el préstamo. Hay situaciones que el historial crediticio provoca una relajación en el porcentaje. Mientras, por otro lado, hay situaciones en la que hablamos de un nuevo cliente, las exigencias sean una carga del 40%. Como decimos, depende de la entidad bancaria.
No obstante, en Significatodi.com consideramos que una carga óptima no debería pasar de un 35%. De esta forma garantizamos el vivir cómodamente con los ingresos percibidos, sin poner en riesgo nuestra capacidad de pago.
El índice de carga financiera
El índice de carga financiera es un indicador, muy utilizado en los países, que trata de reflejar, de forma anecdótica, el nivel de carga financiera que tienen los ciudadanos del país, en función de las obligaciones del propio estado. En otras palabras, un indicador que muestra la carga financiera que tienen los habitantes de un país, como consecuencia del endeudamiento que tiene el país.
Para su cálculo, basta con realizar la siguiente fórmula:
Así, una vez realizado, obtendremos la carga de los habitantes de un país, permitiendo analizarla y contrastarla con otros países. Midiendo, como objetivo de esto, el nivel de carga financiera, así como de endeudamiento público, de los países y que acaba repercutiendo en los ciudadanos.